En una entrada previa, hablamos de cómo los nuevos dispositivos móviles, redes sociales y videoconsolas han entrado en nuestros hogares y en la vida de nuestros hijos. Estas tecnologías vienen con la esperanza de mejorar nuestras vidas y traen nuevas oportunidades de aprendizaje. No podemos ignorar a la ligera las promesas de tecnologías como los dispositivos móviles o portables, con el riesgo de perder elementos clave que dan forma a la cultura y al lugar de trabajo de nuestros hijos en la sociedad. Pero también hay una serie de riesgos que conllevan estas nuevas tecnologías. De ellos hablamos en esta entrada. A medida que los padres marcan la pauta en cuanto a cómo se utilizan los dispositivos electrónicos en el hogar (qué dispositivos y qué prácticas), también son los padres los deben afrontar y abordar estos riesgos como parte de sus obligaciones.
Mediación parental: definición y estrategias
El término «mediación parental» se definió en un principio como la gestión de la relación entre los niños/jóvenes y los medios entendiendo el término medios en sentido amplio (televisión, dispositivos electrónicos etc.) [3] y hoy puede extenderse la definición al uso de dispositivos conectados a Internet.
Youn considera la mediación de los padres como una forma de socialización entre padres e hijos, porque los padres influyen en los comportamientos y actitudes de sus hijos para convertirse en usuarios de tecnología más o menos competentes [5]. Una mediación parental exitosa ayuda al desarrollo de competencias digitales en los jóvenes, lo que puede mitigar y proporcionar herramientas para lidiar con los efectos dañinos de dichos medios.
Livingstone y Helsper [3] crearon cuatro tipos de mediación, que hoy son ampliamente utilizados:
- Mediación activa y de uso compartido
- Restricciones técnicas
- Restricciones de interacción
- Vigilancia o supervisión (monitoring en inglés)
La estrategia de mediación activa consiste en compartir los dispositivos o contenidos en pantalla mientras los niños los consumen. Esta estrategia es más activa cuando se usa Internet que cuando se ve la televisión. El padre o la madre está sentado cerca de los niños y les habla sobre la actividad en la que están participando.
La estrategia de uso compartido implica que los padres utilicen el dispositivo junto con el niño. El uso compartido también implica restricciones asociadas con la comunicación de información personal en línea, compras en línea, rellenar formularios, etc., ya que los padres pueden explicar y hacer cumplir dichas restricciones a sus hijos.
Un estudio realizado en Bélgica identificó dos tipos de uso compartido que muestra que los padres se comportan como «ayudantes» o como «amigos» [7]. Los «ayudantes» guían a sus hijos para que aprendan o se enfrenten a problemas de uso. Los «amigos» comparten algunas actividades de los medios digitales con sus hijos simplemente por placer [7].
Las estrategias de restricción generalmente se dividen en dos categorías diferentes:
- Restricciones técnicas
- Restricciones de interacción
Las restricciones técnicas se basan en el uso de software de control parental o configuración de filtros en el router que, por ejemplo, filtran contenido e impiden el acceso a algunos sitios web. Esta estrategia se puede utilizar para hacer cumplir las reglas de la casa, como la cantidad de tiempo en línea permitido o los horarios, desconectar el dispositivo o la conexión Wifi.
La estrategia de restricción de interacción está asociada con la prohibición de contactar a otros a menos que sea bajo la supervisión de los padres (por ejemplo, usando el correo electrónico, chat, juegos en línea).
La estrategia de vigilancia o «monitoring» parental consiste en comprobar las actividades del niño después o durante el uso de Internet, ya sea de forma encubierta o abierta [3].
A pesar de las clasificaciones en las técnicas de mediación parental relacionadas con los dispositivos electrónicos y redes sociales, según Smahelova, no existe una estrategia de mediación parental única, sino que estas estrategias varían según las diferentes situaciones [4]. Los padres median entre los dispositivos electrónicos y redes sociales y los niños estableciendo reglas y con sus propios hábitos en dichos medios afectan inconscientemente a los de sus hijos [2].
Las estrategias de restricción pueden tener éxito para reducir los riesgos, ya que eliminan la exposición a ellos. Pero tiene sus inconvenientes. Según [1] , los padres que restringen fuertemente el acceso a Internet tienden a tener hijos que experimentan una menor exposición al riesgo, pero estos niños suelen tener menos oportunidades de aprendizaje y participación. La prohibición total de actividades como el uso de las redes sociales o los videojuegos puede tener consecuencias para los jóvenes, que pueden sentirse aislados de sus compañeros o incapaces de acceder a información y apoyo.
Si los niños usan cada vez menos los ordenadores u otros dispositivos electrónicos, es posible que no tengan la oportunidad de explorar las posibilidades de dichos dispositivos o de desarrollar las habilidades necesarias para beneficiarse de ellos en el presente y en el futuro [1].
El enfoque basado únicamente en la reducción de riesgos puede ser un arma de doble filo. La reducción de riesgos reduce la probabilidad de encontrar problemas. Pero cuando se encuentran problemas, los niños que no han desarrollado una buena formación y adquirido estrategias para afrontar dichos problemas, son más vulnerables a los efectos de dichos hándicaps y también se sienten impotentes, lo que también puede conducir a problemas psicológicos y sociales.
La mayoría de los estudios consultados y nosotros mismos consideramos que la mediación activa basada en la discusión es más eficaz que otros tipos de mediación, para reducir la influencia negativa de los medios digitales sobre los niños. Cuando los padres interactúan con los medios digitales con sus hijos, los niños aprenden más [1, 6]. Sin embargo, la mediación activa es una práctica más compleja, ya que requiere que los padres tengan cierto nivel de conocimiento y comprensión de la tecnología, para iniciar charlas sobre temas relacionados con los medios digitales [10] .
Desigualdad por ingresos económicos y por competencias digitales: sus efectos en la mediación de los padres
Hemos encontrado en la literatura sobre el tema, una referencia recurrente a cómo la desigualdad de ingresos y la alfabetización digital de los padres se traduce en los tipos de estrategias de mediación parental y su efectividad.
Los padres de familias con ingresos bajos con frecuencia invierten recursos desproporcionados en dispositivos electrónicos, haciendo considerables sacrificios para comprar equipos que las familias de clase media dan por sentado. Estos padres tienden a utilizar una mediación más restrictiva que activa [1].
Los padres con niveles más altos de alfabetización digital (independientemente de los ingresos pero correlacionados con los niveles educativos) son más capaces de combinar estrategias restrictivas y activas para generar resultados positivos [1].
Los estudios demuestran que la confianza de los padres en sus habilidades en dispositivos electrónicos se asocia positivamente, porque suelen involucrarse en el seguimiento y la supervisión del uso que sus hijos hacen de dichos dispositivos[3, 9].
El conocimiento de los padres juega un papel importante en la estrategia de mediación parental y su efectividad [7]. Graf y col. proponen programas de formación para los padres, para que aprendan conocimientos útiles sobre las nuevas tecnologías y así empoderarlos para realizar una mediación mejor y más eficaz con sus hijos [8].
Referencias Bibliográficas
[1] A Blum-Ross, & S Livingstone, 2016, Families and screen time: Current advice and emerging research.
[2] B Macuh , A Raspor, M Sraka, & A Kovačiс, A. (2018). Media exposure and education of first to six grade children from slovenia-parent opinions. International Journal of Cognitive Research in Science, Engineering and Education, 6(3).
[3] S Livingstone & EJ. Helsper (2008). Parental Mediation of Children’s Internet Use, Journal of Broadcasting & Electronic Media,52:4, 581-599.
[4] M Smahelova, D Juhová, I Cermak & D Snahel (2017). Mediation of young children’s digital technology use: The parents’ perspective. Cyberpsychology: Journal of Psychosocial Research on Cyberspace, 11(3), article 4. http://dx.doi.org/10.5817/CP2017-3-4
[5] S Youn (2008). Parental influence and teens’ attitude toward online privacy protection. Journal of Consumer Affairs, 42, 362-388. http://dx.doi.org/10.1111/j.1745-6606.2008.00113.x
[6] W Shin (2018). Empowered parents: the role of self-efficacy in parental mediation of children’s smartphone use in the United States. Journal of Children and Media, 12(4), 465-477.
[7] B Zaman, M Nouwen, J Vanattenhoven, E de Ferrerre, & J Van Looy (2016). A qualitative inquiry into the contextualized parental mediation practices of young children’s digital media use at home. Journal of Broadcasting & Electronic Media, 60, 1-22. http://dx.doi.org/10.1080/08838151.2015.1127240.
[8] FA Graf, M Grumm, SD Hein, M Fingerle. Improving Parental Competencies: Subjectively Perceived Usefulness of a Parent Training Matters. Journal of Child and Family Studies 32(1).
[9] N Sonck, P Nikken & J de Haan (2013). Determinants of Internet Mediation:, Journal of Children and Media, 7:1, 96-113.
[10] W Shin (2018). Empowered parents: the role of self-efficacy in parental mediation of children’s smartphone use in the United States. Journal of Children and Media, 12(4), 465-477.
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